Carla ya es una amazona...y con 3 años..

Ni Centros de Salto, ni cuentos chinos, una cosa es aprender y enseñar a montar a caballo, ayudando desde los mas pequeños a los mas grandes, aunque a veces los nervios nos traicionen, y otra muy diferente lucir el palmito.

A mi me encantan los animales, y uno de mis preferidos es el caballo, todo puede estar perfecto en una cuadra pero el componente humano es el que hace que los lugares permanezcan. Cuando tienes a un caballo como medio de relacion social, y no por amor a los caballos o al deporte, se nota. Es la diferencia entre el frio y el calor.

En La Finca Ecuestre, hay amor y pasión por los caballos, y por enseñar a los alumnos en este bonito arte de la equitacion, y una atención con los animales fuera de serie, además del calor humano. Dias completos con los animales, desde que los bajan de la pradera, hasta que se cepillan, se limpia el arnes,.... y se monta... of course. Además de la calidad de los profesores, que consigue un alto nivel de los alumnos, y las relaciones sociales que se hacen, pero lo mas importante es lo primero.

Aqui se va consiguiendo una formacion natural, de modo que las personas que suben a caballo van avanzando poco a poco sin darse cuenta, en una escuela de campeones....y si no mirar, mirar que aparece por aqui, con 3 años....menudas amazonas tengo yo.

Cuando ya están a punto de caramelo gracias a Mar y Benjamin, viene la máxima perfeccion y en eso Ana y Quique tienen una gracia especial y experiencia.

Gracias por vuestro esfuerzo.